Monday, March 11, 2013

De la falta de producción y otros demonios.

Esto empezó como un post en facebook, pero se fue demasiado largo, entonces se convirtió en blog.

Si lees esto y creés que lo escribí después de escuchar tu tema.  No.  No lo escribí para vos.

Van 3 temas en un mes, de bandas o proyectos de amigos, que de verdad no me han gustado.  A uno le hace falta mucha producción, a dos como que no sometieron la letra a críticas externas, y dos me parecen comerciales por el mero hecho de ser comerciales y buscar un "hit".  (Sí, sé que 1 + 2 + 2 = 5, pero uno de los temas tenía todos los tres problemas.

Ahora, reconozco la sensibilidad de este tema, especialmente ad portas de sacar el disco nuevo de Ciudad Pasarela, y entiendo que pronto también seré objeto de críticos y demás.  Y también reconozco que los gustos míos no son los gustos de todos.

Pero me pongo a pensar: ¿será que estamos perdiendo algo esencial entre los músicos en Medellín? ¿Será que porque todos queremos ser amigos, no estamos siendo lo suficientemente críticos ni con lo nuestro (porque sabemos que no recibiremos criticas) ni con lo de los demás (porque cualquiera que critique es inmediatamente asesinado en Twitter y en Facebook por los integrantes y los fans de la banda criticada)?

El oficio de hacer canciones propias y lanzarlas al ruedo es un asunto bastante vulnerable, pero siempre es bueno tener segundas opiniones de alguien en cuya opinión confíes, de alguien que tiene excelente gusto y que te dice las cosas sin pelos en la lengua.  Si siempre has escrito letras con otra persona y de repente te lanzás al ruedo componiendo sólo, buscá otra persona que te ayude a depurar lo escrito.  Si escribís en otro idioma que no es el tuyo, buscá a alguien (preferiblemente músico, obligatoriamente nativo) que te ayude a "cuadrar" la letra en el otro idioma y a corregir tu pronunciación, si querés hacer algo comercial por el hecho de ser comercial y de sonar en radio, mandá a tu manager a la mierda y hacé lo que siempre has querido hacer, pero con criterio y con alma.

Estos tres proyectos no son nuevos, no son poco profesionales, no son cosas que surgieron de un día para otro.  Todos tres tienen personas a las que quiero y a las que respeto profundamente.  Entonces hago una sugerencia muy humilde (consciente de que probablemente soy quien más lo necesita): Sometamos nuestra música a la crítica, abrámonos a ser heridos, abrámonos a ser cuestionados, todo esto no puede sino mejorar lo que estamos haciendo, depurar nuestro arte y, en últimas, prepararnos para un escalón afuera de nuestra ciudad donde no todos nos conocemos y no todos nos queremos.