Hice un experimento hoy en Facebook. Me gustan los experimentos en redes sociales,
porque son una manera de ser vulnerable, o abierto, mientras me escondo detrás
de la pantalla del computador.
El experimento de hoy fue distinto. Entendiendo que posiblemente no soy el más indicado, decidí abocarme por llenar mi Facebook
de links sobre el tema del día internacional de la mujer, la violencia de
género y la situación actual de la mujer en el mundo. Y quizás no soy el más indicado porque no me siento realmente seguro de ser quién para hablar de esto. Hay muchas mujeres que viven esta realidad
todos los días y que tienen blogs y escriben artículos y muestran videos
absolutamente demoledores y de llanto abierto acerca de la condición de su
género tanto en nuestro país como alrededor del globo. Búsquenlas.
Desde que entendí el motivo real detrás
del Día Internacional de la Mujer hace algunos años ya, me he sentido bastante
incómodo con la versión de la fecha que se centra en rosas y chocolates. Obviamente, uno no quiere ser Grinch con
todos los días comerciales (ya es suficiente con ser Grinch durante la Navidad y el
fin de año). Y tampoco quiero despreciar o atacar a aquellas personas que desean o reciben felicitaciones en
este día, y que disfrutan del apreciar y ser apreciadas. ¡Que sean felices! Sin embargo, desde que entendí sus antecedentes,
me ha sido cada vez más difícil desear un “Feliz Día de la Mujer” sin sentir
que estaba traicionando algo.
Ayer, hablé un rato sobre esto con una
amiga que tampoco le encontraba mucho sentido a la fecha en sus condiciones
comerciales actuales. En algún momento, mencionó
que tendría más sentido si fuera un día de reflexión, o si impulsara cambios o
discusiones. Y esto me llevó a realizar
el experimento.
¿Resultados? Todo experimento tiene que tener
resultados. Tengo algunas reflexiones
iniciales, la primera muy personal, la segunda sobre mi entorno inmediato y la
última una invitación.
Personalmente, me animó a hablar
explícitamente de algo que he sabido implícitamente hace años. Leí por ahí (en internet, no me acuerdo
donde), que cuando un hombre tiene una hija se vuelve feminista automáticamente. Y, al menos en mi caso, yo ya era feminista
de clóset, pero el hecho de tener una hija, de querer absolutamente lo mejor
para ella, de estar completamente seguro de que ella debe poder vivir en un
mundo donde sea juzgada única y exclusivamente por sus habilidades y no por su
género, me obliga a ser feminista declarado.
Por tanto concluyo: soy
feminista, creo en la igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y
hombres, estoy en contra de la violencia de género y espero poder, desde mi
pequeño rincón del mundo, hacer algo para que esto mejore.
Otra cosa que aprendí hoy: En Medellín estamos muy mal. Muy mal.
Es muy difícil encontrar instituciones que ayuden a mujeres en situación
de vulnerabilidad, es muy difícil encontrar estadísticas confiables acerca de
la violencia doméstica e intrafamiliar y la violencia sexual y de género. Si uno hace una búsqueda en Google, las
páginas de ayuda que hay son de la Alcaldía y otras instituciones oficiales,
son secas, no invitan a nada, y están escondidas bajo menús y submenús. Profamilia, al menos en la web, parece ser
mejor, pero conozco al menos un caso donde trataron a una mujer amiga mía con
una mojigatería y un conservadurismo extremo (y desde una perspectiva de
machismo histórico) cuando acudió donde ellos a intentar ejercer sus derechos
reproductivos (puede ser un caso aislado, pero no me da mucha esperanza). Incluso si uno entra desde Google a la página
de la Personería, que es el primer link que aparece cuando se busca “teléfono ayuda violencia doméstica medellín”,
hay que hacer clic en otro link para poder encontrar un número telefónico. De resto, en esa misma página de resultados, encontré:
tres directorios en pdf de “instituciones de apoyo” o “instituciones que
trabajan la problemática”, dos links que llevan a instituciones españolas, uno
a un blog del 2011, uno a una página en Argentina, y uno a un montón de
teléfonos y direcciones en Bogotá. Con razón hay tan pocas mujeres que
reportan sus casos. ¡No saben adónde
llamar! Es obvio que esta es apenas
una de las muchas dificultades a las que se enfrentan las mujeres cuando buscan
reportar que están siendo violentadas, pero el ofrecer un número telefónico fácil
de encontrar sería un buen primer paso. (Editado: Después de subir esto, una amiga me escribió con varios links que se pueden encontrar al final del texto)
Por último, constaté de nuevo que somos
los hombres los llamados a detener la violencia sexual y de género. Somos nosotros los perpetradores (excepto en
unos casos ínfimos y aislados) y somos nosotros quienes estamos llamados a detenerlo. Si un hombre decide no levantar la mano contra una mujer, es un caso menos de
violencia. Si mil hombres deciden lo mismo, son mil casos
menos. Y así sucesivamente. Si decidimos
dejar de lado en nuestras vidas las mentiras que nos ha inculcado el
machismo histórico y re-educarnos y educar a nuestros hijos bajo principios de
igualdad y de no-violencia, podemos empezar a ofrecerles a nuestras hijas el
tipo de mundo que yo quiero para la mía. Y si decidimos conscientemente dejar los chistes machistas que nos parecen tan inocentes, dejar el acoso verbal y físico hacia la mujer que es algo tan arraigado en nuestra cultura, y dejar ese pensamiento inculcado inconscientemente que nos dice que como hombres tenemos alguna clase de posesión y derecho sobre las mujeres en nuestras vidas, entre tantas otras cosas que hacemos a diario y que nos parecen inofensivas y hasta divertidas, podremos dejar de perpetuar esta peste nociva que termina hiriendo o incluso matando a las que decimos celebrar en este día.
Pero son decisiones. Y esas
decisiones las tiene que tomar cada uno por convicción personal.
La campaña HeForShe de las
Naciones Unidas es un buen punto de partida e invito a que al menos visiten esta página.
* * * * *
Editado:
Gracias a Naty Gaviria por enviarme esta info:
Línea 123 mujer: "... para atender y brindar protección a mujeres víctimas de violencia física, sexual, sicológica, emocional o patrimonial..."
Proyecto Buen Vivir en Familia: "...a partir de sus tres componentes logra fortalecer su estructura y promover la Inclusión Social de las familias afectadas por factores de riesgo sicosocial como la violencia intrafamiliar, las violencias sociales, violencias sexuales, dinámicas familiares problematizadas y otros factores relevantes mediante el desarrollo de estrategias de acompañamiento psicosocial."
Secretaría de las Mujeres: "trabaja por contribuir con la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres de la ciudad de Medellín y sus corregimientos, promoviendo la participación y el empoderamiento de las mujeres en los escenarios políticos, culturales, sociales, económicos, entre otros."
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Editado:
Gracias a Naty Gaviria por enviarme esta info:
Línea 123 mujer: "... para atender y brindar protección a mujeres víctimas de violencia física, sexual, sicológica, emocional o patrimonial..."
Proyecto Buen Vivir en Familia: "...a partir de sus tres componentes logra fortalecer su estructura y promover la Inclusión Social de las familias afectadas por factores de riesgo sicosocial como la violencia intrafamiliar, las violencias sociales, violencias sexuales, dinámicas familiares problematizadas y otros factores relevantes mediante el desarrollo de estrategias de acompañamiento psicosocial."
Secretaría de las Mujeres: "trabaja por contribuir con la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres de la ciudad de Medellín y sus corregimientos, promoviendo la participación y el empoderamiento de las mujeres en los escenarios políticos, culturales, sociales, económicos, entre otros."