Antes de empezar, quiero aclarar que no soy ni Uribista, ni mucho menos Santista, que no puedo votar en Colombia, por aquello de ser extranjero y que, si pudiera, terminaría votando por el Partido Verde en las siguientes elecciones.
Es innegable que el Dr. Santos ha tenido más de un traspiés en su vida política y, por tanto, me es difícil creer que sólo porque va a seguir con la política de la Seguridad Democrática existan personas que vayan a darle su voto sin más ni menos.
Pero, lo que muestra el antes mencionado video no ayuda. Los comentarios en facebook tienden a resumirse en “Estos estudiantes de la Universidad Santiago de Cali ya aprendieron a no dejar entrar a este asesino” y “cuándo será que el resto de Colombia lo trata de la misma manera”.
Creo que mi punto de vista es: “Yo vivo en un país democrático con libertad de expresión y libertad de consciencia. El Dr. Santos, por equivocado que yo creo que sea, ¿no tiene también el derecho de exponer su punto y entrar en una discusión con la población?”
Me parece que, aunque son respetables los sentimientos de los estudiantes de la Universidad Santiago de Cali, no hacen más que darle pie y fundamento al discurso del Dr. Santos. Puedo imaginármelo en algunos días diciendo “Lo que necesita este país es mano dura y mayor seguridad. A mí me toco enfrentarme a un grupo de desadaptados en una Universidad de Cali.”
El problema es que, el Dr. Santos tiene una presencia mediática mucho más fuerte que el cuerpo estudiantil de esta Universidad. Y los medios en Colombia (especialmente uno) tiene cierto tinte oficialista y conservador. Entonces lo que ve el resto del país en el minuto y medio que dura este video no es a un grupo de estudiantes haciendo respetar su punto de vista, es una turba de personas (con especiales tomas de los dos o tres encapuchados que habían, porque eso es lo que vende en las noticias) destruyendo propiedad y gritando obscenidades, y a un candidato presidencial teniendo que huir en una patrulla de la policía.
La violencia engendra violencia, y ya llevamos mucho tiempo de eso en este país. Y no dejar hablar al otro, sea cual sea su persuasión política, sea cual sea nuestra opinión de su discurso, sigue siendo censura, señores.
1 comment:
So Frakkin Right!
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