Sunday, March 8, 2015

Mi Día Internacional de la Mujer

Hice un experimento hoy en Facebook.  Me gustan los experimentos en redes sociales, porque son una manera de ser vulnerable, o abierto, mientras me escondo detrás de la pantalla del computador.

El experimento de hoy fue distinto.  Entendiendo que posiblemente no soy el más indicado, decidí abocarme por llenar mi Facebook de links sobre el tema del día internacional de la mujer, la violencia de género y la situación actual de la mujer en el mundo.  Y quizás no soy el más indicado porque no me siento realmente seguro de ser quién para hablar de esto.  Hay muchas mujeres que viven esta realidad todos los días y que tienen blogs y escriben artículos y muestran videos absolutamente demoledores y de llanto abierto acerca de la condición de su género tanto en nuestro país como alrededor del globo.  Búsquenlas.

Desde que entendí el motivo real detrás del Día Internacional de la Mujer hace algunos años ya, me he sentido bastante incómodo con la versión de la fecha que se centra en rosas y chocolates.  Obviamente, uno no quiere ser Grinch con todos los días comerciales (ya es suficiente con ser Grinch durante la Navidad y el fin de año).  Y tampoco quiero despreciar o atacar a aquellas personas que desean o reciben felicitaciones en este día, y que disfrutan del apreciar y ser apreciadas.  ¡Que sean felices!  Sin embargo, desde que entendí sus antecedentes, me ha sido cada vez más difícil desear un “Feliz Día de la Mujer” sin sentir que estaba traicionando algo.

Ayer, hablé un rato sobre esto con una amiga que tampoco le encontraba mucho sentido a la fecha en sus condiciones comerciales actuales.  En algún momento, mencionó que tendría más sentido si fuera un día de reflexión, o si impulsara cambios o discusiones.  Y esto me llevó a realizar el experimento.

¿Resultados?  Todo experimento tiene que tener resultados.  Tengo algunas reflexiones iniciales, la primera muy personal, la segunda sobre mi entorno inmediato y la última una invitación.

Personalmente, me animó a hablar explícitamente de algo que he sabido implícitamente hace años.  Leí por ahí (en internet, no me acuerdo donde), que cuando un hombre tiene una hija se vuelve feminista automáticamente.  Y, al menos en mi caso, yo ya era feminista de clóset, pero el hecho de tener una hija, de querer absolutamente lo mejor para ella, de estar completamente seguro de que ella debe poder vivir en un mundo donde sea juzgada única y exclusivamente por sus habilidades y no por su género, me obliga a ser feminista declarado.  Por tanto concluyo: soy feminista, creo en la igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres, estoy en contra de la violencia de género y espero poder, desde mi pequeño rincón del mundo, hacer algo para que esto mejore.

Otra cosa que aprendí hoy:  En Medellín estamos muy mal.  Muy mal.  Es muy difícil encontrar instituciones que ayuden a mujeres en situación de vulnerabilidad, es muy difícil encontrar estadísticas confiables acerca de la violencia doméstica e intrafamiliar y la violencia sexual y de género.  Si uno hace una búsqueda en Google, las páginas de ayuda que hay son de la Alcaldía y otras instituciones oficiales, son secas, no invitan a nada, y están escondidas bajo menús y submenús.  Profamilia, al menos en la web, parece ser mejor, pero conozco al menos un caso donde trataron a una mujer amiga mía con una mojigatería y un conservadurismo extremo (y desde una perspectiva de machismo histórico) cuando acudió donde ellos a intentar ejercer sus derechos reproductivos (puede ser un caso aislado, pero no me da mucha esperanza).  Incluso si uno entra desde Google a la página de la Personería, que es el primer link que aparece cuando se busca “teléfono ayuda violencia doméstica medellín”, hay que hacer clic en otro link para poder encontrar un número telefónico.  De resto, en esa misma página de resultados, encontré: tres directorios en pdf de “instituciones de apoyo” o “instituciones que trabajan la problemática”, dos links que llevan a instituciones españolas, uno a un blog del 2011, uno a una página en Argentina, y uno a un montón de teléfonos y direcciones en Bogotá.  Con razón hay tan pocas mujeres que reportan sus casos.  ¡No saben adónde llamar!  Es obvio que esta es apenas una de las muchas dificultades a las que se enfrentan las mujeres cuando buscan reportar que están siendo violentadas, pero el ofrecer un número telefónico fácil de encontrar sería un buen primer paso. (Editado: Después de subir esto, una amiga me escribió con varios links que se pueden encontrar al final del texto)

Por último, constaté de nuevo que somos los hombres los llamados a detener la violencia sexual y de género.  Somos nosotros los perpetradores (excepto en unos casos ínfimos y aislados) y somos nosotros quienes estamos llamados a detenerlo.  Si un hombre decide no levantar la mano contra una mujer, es un caso menos de violencia.  Si mil hombres deciden lo mismo, son mil casos menos.  Y así sucesivamente.  Si decidimos dejar de lado en nuestras vidas las mentiras que nos ha inculcado el machismo histórico y re-educarnos y educar a nuestros hijos bajo principios de igualdad y de no-violencia, podemos empezar a ofrecerles a nuestras hijas el tipo de mundo que yo quiero para la mía.  Y si decidimos conscientemente dejar los chistes machistas que nos parecen tan inocentes, dejar el acoso verbal y físico hacia la mujer que es algo tan arraigado en nuestra cultura, y dejar ese pensamiento inculcado inconscientemente que nos dice que como hombres tenemos alguna clase de posesión y derecho sobre las mujeres en nuestras vidas, entre tantas otras cosas que hacemos a diario y que nos parecen inofensivas y hasta divertidas, podremos dejar de perpetuar esta peste nociva que termina hiriendo o incluso matando a las que decimos celebrar en este día.  Pero son decisiones.  Y esas decisiones las tiene que tomar cada uno por convicción personal.


La campaña HeForShe de las Naciones Unidas es un buen punto de partida e invito a que al menos visiten esta página.

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Editado:

Gracias a Naty Gaviria por enviarme esta info:

Línea 123 mujer: "... para atender y brindar protección a mujeres víctimas de violencia física, sexual, sicológica, emocional o patrimonial..."

Proyecto Buen Vivir en Familia: "...a partir de sus tres componentes logra fortalecer su estructura y promover la Inclusión Social de las familias afectadas por factores de riesgo sicosocial como la violencia intrafamiliar, las violencias sociales, violencias sexuales, dinámicas familiares problematizadas y otros factores relevantes mediante el desarrollo de estrategias de acompañamiento psicosocial."

Secretaría de las Mujeres: "trabaja por contribuir con la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres de la ciudad de Medellín y sus corregimientos, promoviendo la participación y el empoderamiento de las mujeres en los escenarios políticos, culturales, sociales, económicos, entre otros."

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